El verano pasado irrumpió una nueva bebida entre el público más joven que muy pronto llamó la atención de la prensa por su tonalidad azulada. Se la conocía como el vino azul y sus creadores son un grupo de jóvenes españoles que decidieron comenzar una start up en torno a este producto. Publicaciones de todo el mundo se hicieron eco de esta original bebida (que bebe hasta la omnipresente Dulceida), que va camino de desembarcar en Estados Unidos este verano. Hablamos con los artífices de la bebida.
¿Cómo surge la idea de crear este vino azul?
La idea de elaborar Gïk surgió por nuestras ganas de revolucionar un sector tan tradicional. Queríamos crear algo nuevo, algo diferente, y el mundo del vino nos pareció un lugar ideal. Al final, es un sector con una gran tradición, rodeado de cierto elitismo y muy reglado. Por supuesto, lo respetamos totalmente y sabemos que es un gran mercado que mucha gente disfruta a diario; es solo que para nosotros, como generación que no ha crecido bebiendo vino -sino refrescos, cerveza o combinados-, no tenía sentido y quisimos cambiarlo. Por eso, creamos una bebida dulce y fácil de beber, adaptada al paladar de gente normal, como nosotros, más que al de experimentados catadores o expertos del sector. El canal de venta es nuestra página web, no fue una decisión banal tampoco. Lo hicimos así desde el principio porque creemos que ofrece posibilidades que antes eran impensables y porque es una forma de actualizar también algo que de por sí parece inamoviblemente tradicional.
Digamos que el vino es el campo de batalla y el azul es la bandera que ondeamos.
En los inicios, ¿cómo fue la aceptación de la bebida?
Gïk, como todo, ha tenido sus defensores y sus detractores. Las críticas casi siempre han llegado de la parte más tradicional del sector vitivinícola, creemos que porque todas las revoluciones son un problema para los más reaccionarios. Han llegado a calificar Gik de “blasfemia” o “terrible invención”. Por suerte, las opiniones favorables son mayoritarias y en una línea muy muy positiva. Este público ha aceptado la bebida y sus valores como propios, se sienten muy identificados y nos hacen llegar sus comentarios a través de nuestras redes sociales, lo que agradecemos mucho.
¿A qué tipo de público y consumidores se dirige Gik Live?
Gïk se dirige a un público no experto, con un paladar que no se ha educado en el arte de beber vino o cualquier otra bebida de culto. Por eso, está creado para que sea fácil de consumir, sin normas, sin maridajes, conceptos o análisis complicadísimos, sólo para disfrutarlo con buena compañía y la mejor música.
Logramos el color azul a través de procesos tecnológicos de pigmentación del vino y lo hacemos sin azúcares añadidos. Esta tecnología ha sido desarrollada por el equipo de I+D de Gïk en colaboración con la Facultad de Ingeniería de la UPV-EHU y empresas del sector de la tecnología agroalimentaria.
Los controles de calidad son rigurosos y todos los elementos utilizados siguen la normativa para productos alimentarios de la Unión Europea.
Primero, elaboramos una base que mezcla diferentes variedades. Como durante el proceso mejoramos el sabor del producto, tenemos una gran facilidad para utilizar distintas variedades de uva procedentes de varias regiones y bodegas. Después, añadimos dos pigmentos de origen orgánico: la antocianina, que procede de la piel de la uva; y la indigotina, que se extrae de una planta.
El color azul es lo que os distingue, pero ¿no creéis que también puede alejar a cierto público?
El azul es el color del movimiento, de la innovación, del infinito… y además de todo lo que representa, es una tonalidad muy vistosa, que hace que sí o sí capte tus sentidos. Es verdad que puede ser para bien o para mal, pero nosotros hemos confiado en el color y la experiencia nos dice que llama la atención para bien.
¿Cómo convenceríais a un amante del vino tradicional de tomar vino azul?
Nunca ha sido uno de nuestros objetivos. Sabemos que hay hueco en el mercado para todo, que nuestro público consume más otro tipo de bebidas -cerveza, cócteles, combinados, vinos suaves, etc.- y quizá una persona que bebe vino con asiduidad no se pase a tomar Gik. Pero desde luego animamos a todo el mundo a probarlo sin prejuicios porque tenemos la certeza de que sorprenderá seguro.
Esperamos y creemos que el futuro de Gïk es muy prometedor y tenemos muchas ganas de trabajar para que así sea. Nuestro proyecto es poder llegar a todos los lugares desde los que nos escriben interesándose por conseguir Gïk. Por ahora, la meta más próxima es desembarcar en Estados Unidos y está previsto para este verano.
Pero como siempre decimos, llegaremos tan lejos como Gik nos quiera llevar.
Habéis logrado una gran presencia internacional en muy pocos años. ¿Cómo lograsteis captar la atención de un mercado tan amplio?
Fue una gran y grata sorpresa. Todavía estábamos definiendo nuestro lugar en España cuando se desató el interés internacional. Fue a partir de la publicación de la revista Time y teníamos que aprovechar el momento. Hay veces que no hay tiempo para pensarlo, solo se puede reaccionar.
¿Cómo describiríais el sabor de Gik Live para alguien que todavía no lo ha probado?
Es muy difícil de describir, porque no hay algo similar con lo que compararlo. Es dulce, afrutado… pero es todo lo que podemos decir. En cada persona despierta una sensación o un recuerdo. Para que veáis hasta qué punto, os dejo el vídeo de la primera cata a ciegas que organizamos.
Vídeo de las sensaciones de la cata a ciegas: https://www.youtube.com/watch?v=SOVlqGW9iNw
En vuestras cajas aparece impresa una ilustración similar a la de Banksy pero adaptada a Gik Live, ¿por qué elegisteis este símbolo?
Porque, para nosotros, Gik no es ni ha sido nunca un vino. Gik es una revolución, es una nueva creación, una nueva categoría con la que tratamos de romper reglas y esquemas y de animar a la gente a que cree unos propios. Un ejemplo tan revolucionario y reivindicativo encajaba perfectamente con lo que para nosotros es Gik. Al final, son tres conceptos que van unidos a Gïk desde que empezamos a darle forma a la idea.
El precio de una botella está en torno a los 10 euros, ¿la producción de este tipo de vino resulta más cara que la de un vino tinto o blanco al uso?
No tiene tanto que ver con la producción. Queríamos un precio que no fuera prohibitivo, para que todo el mundo pudiera acceder a él, pero a la vez tampoco un precio barato, porque somos conscientes, y nuestro público también, de que se trata de un producto especial y es otra manera de darle valor.
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http://ift.tt/2oOWAVh April 08, 2017 at 07:00AM
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